La casualidad ha hecho que Jean Rolin tenga en las librerías dos novedades editoriales. En una de ellas, «La cerca» (Sexto Piso) nos demuestra su fuerza como ensayista y acerca su certero bisturí por las calles del extrarradio parisino. En la otra, «El rapto de Britney Spears» (Libros del Asteroide), propone una mirada irónica al mundo de las celebridades en Los Ángeles. Con estos dos títulos, el autor francés demuestra su capacidad para moverse en todo tipo de géneros literarios.
El autor asegura que con «El rapto de Britney Spears» «quería hacer un libro sobre el mundo de las estrellas visto desde fuera, estudiando su ecosistema. Me fijé en Britney Spears porque llevaba entonces una vida caótica, yendo a muchos sitios de naturaleza diversa como hoteles, restaurantes, tiendas... También me cae bien, es muy mona y su música me gusta. Me interesaba su fragilidad y tiene un componente de heroína popular. Parece la protagonista de esas novelista con una chica que viene del mundo humilde a la ciudad».
Rolin ha tratado de recorrer todos los espacios que aparecen citados en la narración. Por eso, ha visitado las habitaciones del Chateau Marmont o ha asistido al funeral de un jefe de policía de Los Ángeles. «Intento basarme en experiencias vividas para escribir mis libros», apunta. El resultado final es una obra protagonizada por un peculiar agente de los servicios secretos franceses, contratado para investigar las amenazas que Britney Spears recibe de un supuesto grupúsculo islamista. La narración discurre con ironía, en ocasiones incluso con cierta ternura hacia la célebre estrella musical.
El hombre de Napoleón
En «La cerca» toma como referente otro personaje real, en este caso el muy peculiar mariscal napoleónico Michel Ney, uno de los más importantes protagonistas de la batalla de Waterloo, que acabó siendo ejecutado. El origen de este libro fue «escribir sobre las puertas de París, pero allí no hay puertas sino periferia. En tres cuartas partes de esa zona no pasa nada y en la restante sí porque es donde viven los pobres. Es el bulevar de los Mariscales, que da la vuelta a París, y una de esas calles se llama Michel Ney. Es uno de los pocos generales que no murió en la cama». Rolin apunta que cuanto más investigaba en la vida del militar, más similitudes encontraba entre el mariscal y los habitantes de esta calle. «Hice el esfuerzo de que las dos historias no fueran en paralelo sino que se acabaran uniendo», explica el escritor.
El autor asegura que con «El rapto de Britney Spears» «quería hacer un libro sobre el mundo de las estrellas visto desde fuera, estudiando su ecosistema. Me fijé en Britney Spears porque llevaba entonces una vida caótica, yendo a muchos sitios de naturaleza diversa como hoteles, restaurantes, tiendas... También me cae bien, es muy mona y su música me gusta. Me interesaba su fragilidad y tiene un componente de heroína popular. Parece la protagonista de esas novelista con una chica que viene del mundo humilde a la ciudad».
Rolin ha tratado de recorrer todos los espacios que aparecen citados en la narración. Por eso, ha visitado las habitaciones del Chateau Marmont o ha asistido al funeral de un jefe de policía de Los Ángeles. «Intento basarme en experiencias vividas para escribir mis libros», apunta. El resultado final es una obra protagonizada por un peculiar agente de los servicios secretos franceses, contratado para investigar las amenazas que Britney Spears recibe de un supuesto grupúsculo islamista. La narración discurre con ironía, en ocasiones incluso con cierta ternura hacia la célebre estrella musical.
El hombre de Napoleón
En «La cerca» toma como referente otro personaje real, en este caso el muy peculiar mariscal napoleónico Michel Ney, uno de los más importantes protagonistas de la batalla de Waterloo, que acabó siendo ejecutado. El origen de este libro fue «escribir sobre las puertas de París, pero allí no hay puertas sino periferia. En tres cuartas partes de esa zona no pasa nada y en la restante sí porque es donde viven los pobres. Es el bulevar de los Mariscales, que da la vuelta a París, y una de esas calles se llama Michel Ney. Es uno de los pocos generales que no murió en la cama». Rolin apunta que cuanto más investigaba en la vida del militar, más similitudes encontraba entre el mariscal y los habitantes de esta calle. «Hice el esfuerzo de que las dos historias no fueran en paralelo sino que se acabaran uniendo», explica el escritor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario